La solución no es destruir empleo

despid.jpgUno de los lugares comunes en los tiempos de crisis es que una empresa con problemas recurren como primer (y en ocasiones único) recurso a los expedientes de regulación de empleo. Algo que demuestran las cifras: 36.492 personas incrementaron el paro en julio (con lo que el total de desempleados en España ya suma 2.426.916). La tendencia es preocupante, pues era costumbre que en el verano el empleo se incrementase debido a las plazas temporales abiertas en el sector servicios, además de que la incidencia ataca a Cataluña, región motor de la economia.

Cada vez más empresas recurren al despido como medida ante la crisis, pero Marc Vidal, uno de nuestros blogeros en economía favoritos, cree que la destrucción del empleo no es la mejor alternativa.

De hecho, considera contraproducente una medida que refleja una reducción de costes sin estrategia: «Se empieza por los eventuales y se acaba con todo Cristo». No es un acto inteligente deshacerse de empleados que serán necesarios cuando la recuperación económica reactive el ejercicio productivo (sin mencionar el costo que implicó la capacitación del personal, el tiempo invertido en acrecentar su productividad y el monto de su indemnización).

Vidal reconoce la necesidad de deshacerse de los empleados menos productivos y de aquellos con menor futuro, y en todos los casos, antes que el despido recomienda la negociación de ambas partes (empleador y empleado): «Sabemos que el resultado suele ser bueno cuando todos se implican en época de crisis y no se ataca al trabajador exclusivamente«.

De hecho, considera que las empresas «no deberían realizar ajustes indiscriminados en reducción de inventarios, activos, gastos, personal, marketing o en I+D«, pues de ese modo hipotecan su futuro. Recomienda la inversión en insumos, ahora que el mercado los abarato, y evitar la bajada de precios, pues eso envía mensajes erróneos al consumidor.

Fuente | Marc Vidal

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