Cuando un Banco Central define la situación económica fijándose en que la inflación está controlada pero que su comportamiento puede ser volátil y, por otro lado, califica al crecimiento como robusto, entonces eso significa que la subida de tipos es inevitable.
Ahora se trata de valorar dos aspectos: cuánto y cuándo. El mercado, es decir, el euribor, está descontado subidas por encima del 4% por lo que, «cuartillo a cuartillo», se llegará al 4,25%.
En cuanto al momento sabemos que sólo quedan tres posibilidades, una casi fija será en marzo, blanco y en botella, y salvo que los precios se disparen a mitad de año (cosa posible) quizá la última subida vaya a finales de año.
En todo caso tocará apretarse un poco el cinturón, por eso de las hipotecas, o bien intentar sacar más rédito a nuestros ahorros. Si es que nos quedan.