Tras las vacaciones y el fin del verano llegan los peores momentos hasta que la ilusión de la Navidad vuelva a poblar nuestros corazones. Y que no os quepa duda que es mejor soltar lo que se siente lo antes posible antes de que se enquisten las cosas. Y qué mejor forma que decirle al jefe lo que se piensa de él, pero como hacerlo a la cara suele ser arriesgado, mejor usad esta simpática herramienta llamada muy graficamente mi jefe es un cabrón.
Úsese con cuidado.