Pensiones, hipotecas, herencias y despilfarro.

jubilados.jpegYa lo he comentado alguna que otra vez y creo que, mejor que poner un enlace a anteriores artículos, debo poner sobre la mesa mi opinión sobre el debate en torno a las pensiones. Primero, aclaremos que dado el sistema actual de pago de las jubilaciones en España, son los trabajadores activos los que sostienen a los jubilados (que no pasivos) a través de sus cotizaciones actuales. No existe un sistema de capitalización que asemeje el sistema público de pensiones a un plan privado. Por tanto, es de suma importancia que la actividad económica se mantenga en niveles adecuados para sostener el sistema pero tampoco pensemos que en un futuro nos «vamos a quedar sin pensión» porque la población ha envejecido demasiado.

Se ha extendido demasiado la idea de que la caja de la Seguridad Social debe ir aparte, lo cual es bueno cara a su buena gestión, asumiendo de paso que esta hucha puede quebrar cuando no es así mientras haya fondos públicos suficientes. ¿Alguien se imagina a nuestro Estado comprando aviones militares, por ejemplo, mientras los pensionistas se quedan sin su justa pensión?. Creo que no sería socialmente asumible.

En este rango de cosas aceptamos como buenas nuevas iniciativas como la hipoteca inversa, es decir, entregar la vivienda a cambio de un sueldecillo que complemente las exigüas pensiones lo que descarga, de paso, de responsabilidad a quienes pueden y deben mejorar la vejez de las personas.

Y, puestos a tirar la casa por la ventana, añadamos algunas teorías «epicúreas» que nos incitan a realizar prácticas de este tipo y mantener una vejez dorada a costa de cuantos ahorros e inversiones hemos conseguido durante nuestra etapa laboral sin pensar en herencias ni en lo que las generaciones venideras puedan esperar o necesitar de nosotros. Cerrado queda así el círculo: si no nos llega la pensión siempre podremos hipotecarnos inversamente y problema resuelto.

Lástima que lo afirmen economistas olvidando la solidaridad intergeneracional y la justicia social. Aunque siempre hay otros puntos de vista que recomiendo leer por aquello de comparar me parece problemático en términos futuros que estas soluciones de emergencia se implanten como filosofía. Pero eso depende de cada cual.

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