Al leer sobre la unión, fusión, colaboración o lo que sea que quieran hacer Microsoft y Yahoo! me vino a la mente la final de la Olimpiada de Pekín 2008 en baloncesto que jugaron Estados Unidos y España, un pez grande y un pez chico. Quizá recordeis que a los americanos se les permitió en ese partido y en todo el campeonato que jugaran casi con sus propias reglas al margen de las normas FIBA y pese a que es este organismo quien regula la competición olímpica.
Estamos ante el caso de un pez grande que, irremediablemente, se acaba comiendo al chico porque los intereses de uno y otro entran en conflictivo sin que el más pequeño pueda influir en el más poderoso. Salvo que se pongan claramente y sin fisuras las condiciones encima de la mesa y éstas sean para el más poderoso más draconianas que para la otra parte. Cosa difícil.
Lo cierto es que se puede afirmar que generalmente la compañía de mayor tamaño suele engullir a la más débil financiera o estructuralmente pero lo que no se puede asegurar es que el pez chico se coma al grande. Salvo honrosas excepciones. Que se lo pregunten a España.