Wall Street cerró al alza el jueves, recuperando las pérdidas de la jornada anterior, tras las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que despejaron las dudas sobre el futuro de las tasas de interés. La perspectiva de una posible reducción en septiembre, aunque sin detalles concretos sobre la magnitud del recorte, fue suficiente para animar a los inversores y elevar los índices bursátiles a niveles cercanos a sus máximos históricos.
Powell indicó que la Reserva Federal está considerando reducir las tasas de interés en la próxima reunión, un giro que sorprendió a muchos y disipó el temor a un endurecimiento de la política monetaria. Aunque no especificó la cantidad exacta del recorte, su declaración sugiere una reducción de entre 25 y 50 puntos básicos. La probabilidad de una disminución de 50 puntos básicos en septiembre ha subido a aproximadamente un tercio, mientras que el mercado anticipa una reducción acumulada de 104 puntos básicos para 2024, lo que implica más de cuatro recortes completos durante el próximo año.
Este optimismo impulsó a los mercados de renta variable, beneficiando especialmente a las pequeñas empresas. El índice S&P 500 equiponderado alcanzó nuevos máximos históricos, mientras que el S&P 500 (SPX) se quedó a menos de un 1% de igualar su récord anterior. A pesar de la recuperación, los gigantes tecnológicos conocidos como los “7 magníficos” aún no han recuperado por completo las pérdidas sufridas en días anteriores.
En el mercado de bonos, los rendimientos del Tesoro cayeron, destacando una disminución en el rendimiento a dos años, que se situó en 3.91%. El dólar estadounidense también sufrió una caída significativa, tocando mínimos de 2024, lo que impulsó al oro a cerrar en algo más de 2.500 dólares por onza. Los precios del petróleo crudo repuntaron desde los mínimos de principios de agosto, mientras que Bitcoin, alimentado por las noticias positivas, alcanzó los 64.000 dólares.
En resumen, las expectativas de recortes en las tasas de interés han dado un nuevo impulso a los mercados, reflejando un renovado optimismo entre los inversores sobre la dirección futura de la política monetaria y su impacto en la economía global.
