En el sector de la promoción inmobiliaria, la financiación alternativa está ganando terreno frente a la banca tradicional. La subida de los tipos de interés ha hecho que el crédito promotor sea más costoso y exija condiciones más duras, reduciendo el apoyo de la banca al desarrollo de nuevas promociones. Como resultado, las plataformas de financiación participativa se están expandiendo y ofreciendo alternativas cada vez más atractivas.
En este contexto de cambio, la plusvalía y el crédito se han convertido en dos alternativas importantes a la banca tradicional para los inversores. La posibilidad de generar una rentabilidad clara mediante intereses o de invertir como socios del proyecto ha llevado a que estas fuentes de financiación hayan tomado la delantera en proyectos de compra de suelo y, en menor medida, en el desarrollo de la promoción.
En el caso de la plusvalía, el inversor comparte tanto los riesgos como los beneficios con el promotor, lo que ha atraído a un gran número de inversores. Sin embargo, según el CEO de CIVISLEND, una plataforma de financiación participativa en Crowdlending en España, Íñigo Torroba, esta opción también implica cierta exposición que no todos los inversores están dispuestos a asumir. Por lo tanto, el préstamo se está convirtiendo en una opción cada vez más demandada. Torroba indica que «en los últimos meses hemos visto un crecimiento acelerado de las oportunidades de inversión en préstamos frente a las de plusvalía».
Velocidad y seguridad
“El principal problema que tiene el promotor en estos momentos es la obtención de financiación por parte de la banca para la compra de suelo, y a veces, el desarrollo de la promoción”, asegura Torroba, añadiendo que “este vacío lo está llenando el crowdlending gracias a su flexibilidad y velocidad de respuesta”. La tendencia al alza de este nicho de mercado es, según el directivo, “una extraordinaria noticia para el inversor particular, que ya puede operar como lo hacen los grandes fondos de deuda”.
El inversor es el claro ganador de esta inclinación de las PFP hacia los proyectos de deuda, porque la promotora tiene que demostrar su solvencia, que es perfectamente capaz de afrontar las cuotas del plan de pagos establecido a los inversores, así como aportar las garantías necesarias para proteger la operación. Iñigo Torroba, CEO de Civislend añade que “además, la gestión de riesgos que nosotros llevamos a cabo es muy exhaustiva”.
Excesiva dependencia de la banca
Un informe realizado por FUNCAS (Fundación de las Cajas de Ahorros) este mismo año indica que España sigue siendo un país con una dependencia bancaria muy alta frente a otros países de la Unión Europea. Según datos del Banco de España, el 97% de la financiación ajena de las empresas proviene del crédito bancario. Desde FUNCAS alertan de esta “excesiva necesidad” y recomienda fomentar vías de financiación en los mercados alternativos.
Las promotoras son conscientes de que el capital que van a conseguir a través de la financiación alternativa es más caro, pero aprecian la facilidad y celeridad con la que se lleva a cabo todo el proceso. La subida de tipos bancarios hace más atractiva está financiación si cabe. Asimismo, para Torroba, también juega un papel importante la diversificación: “El crowdlending ha dejado de ser únicamente esa tabla de salvación a la que se recurre cuando el banco da una negativa, incluyéndose desde el primer momento en el mix de deuda”, subraya el CEO de CIVILEND.