¿Qué es un seguro de caución?

Cada vez son más las empresas y compañías en nuestro país que apuestan de forma habitual por la contratación de seguros de caución con los que poder disponer de una garantía de cumplimiento a la hora de firmar un acuerdo o un contrato con terceros. Una modalidad de seguro que no ha hecho más que crecer en los últimos años y que marcas profesionales especializadas en este ámbito como Markel España, ofrecen a los usuarios con todas las garantías de solvencia necesarias.

Desde hace ya algunos años, los seguros de caución se han convertido en herramientas fundamentales en multitud de ámbitos empresariales en nuestro país, y que en la actualidad, muchas compañías utilizan para acceder a garantías adicionales para muchos de sus acuerdos y contratos con terceros, así como para garantizar sus compromisos de pago.

Para sacar el mayor partido posible a la contratación de un seguro de caución, y que el mismo sea lo más útil y eficaz posible para una empresa, es muy importante conocer a la perfección su funcionamiento, cuáles son los diferentes tipos que existen y cómo debemos contratarlos adecuadamente.

¿Cómo funciona el seguro de caución?

Se trata básicamente de una garantía de cumplimiento, por la cual una aseguradora profesional especializada garantiza que lo acordado en un determinado contrato se va a llevar a cabo. De esta forma, una empresa puede contratar este tipo de seguro como garantía a sus acuerdos, para que en caso de que la otra parte decidiera incumplir las condiciones firmadas, la aseguradora compensará a la parte perjudicada, que estaría reduciendo así exponencialmente los riesgos en la operación.

Markel España es una de las aseguradoras especializadas en seguros de caución más relevantes en nuestro país y son muchas las empresas que acuden a ella para llevar a cabo este tipo de contrataciones con todas las garantías necesarias.

¿Qué partes intervienen en este seguro?

Con carácter general, en el seguro de caución intervienen tres partes: en primer lugar, el tomador, que es quien contrata la póliza para garantizar su obligación; en segundo lugar, el asegurado, que es quien exige la presentación al tomador de una garantía a su favor para el caso de incumplimiento. y por último el asegurador, que es la compañía aseguradora que emite la póliza de caución.

En este sentido, la aseguradora se obliga en caso de incumplimiento por parte del tomador del seguro de sus obligaciones legales o contractuales, a indemnizar al asegurado a título de resarcimiento o penalidad por los daños patrimoniales sufridos.

Tipos de caución

Merece la pena tener en cuenta también que existen diferentes modalidades de seguros de caución, por los que podremos optar en función del tipo de contrato que se vaya a firmar y el ámbito al que pertenezca. Por ejemplo, el  tipo de seguro de caución más demandado históricamente en el mercado español es la caución técnica, enfocada en la licitación, la ejecución, y los anticipos o los acopios de contratos públicos.

Pero también tenemos la modalidad de contratar garantías aduaneras, que están específicamente diseñadas para temas relacionados con importaciones y exportaciones, tránsito de mercancías o depósitos aduaneros. Cabe mencionar, además, la garantía de punto de acceso a red para instalaciones de energías renovables o para subastas públicas con este régimen retributivo, así como las garantías MEFF para el mercado de producción de energía eléctrica.

En función de cuáles sean exactamente las características concretas de los contratos que se vayan a firmar, podremos optar por unas u otras modalidades de seguros de caución para garantizar en todo momento las responsabilidades del tomador de la póliza con una garantía de cumplimiento, sobre todo, cuando acudimos para contratarlos en aseguradoras de primer nivel como Markel España.

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