Parece una contradicción pero es un hecho real. Hay personas que se sienten incómodas ante un elogio o una manifestación positiva de reconocimiento dentro del ámbito laboral. Este modo de ser puede ocultar problemas de autoestima, o simplemente, tener poca costumbre a la hora de recibir mensajes de refuerzo.
Lo importante es saber que siempre se puede cambiar el nivel de inteligencia emocional, por ello, quien no sepa recibir un cumplido debería aprender a analizar los motivos y cambiar este hecho para sentirse mejor consigo mismo y también, para mejorar sus relaciones con los demás.
Pero tristemente, el hecho de que a veces, una persona se sienta incómoda cuando su jefe le dice un halago refleja, sencillamente, que estamos en una sociedad exigente al extremo en la que sólo se corrige lo malo y no se dice lo bueno. Sin embargo, la clave de la verdadera motivación reside en aprender a potenciar los puntos positivos de los demás, haciéndoles ser conscientes de que valoramos dichas cualidades en ellos.
Cuando te digan algo agradable, sencillamente, siéntete afortunado y sé agradecido. Por ello, sencillamente, da las gracias. Pero además, también merece la pena que tú aprendas no sólo a recibir caricias positivas sino que también, las lleves a la práctica, es decir, seas generoso con aquellos que te rodean. El hecho de utilizar los elogios dentro del ámbito laboral ayuda a mejorar la comunicación entre los compañeros de trabajo. Incluso, es eficaz a la hora de resolver un conflicto.
Imagen: Al pasar las horas