El Ministerio de Trabajo y Economía Social presentó el pasado 20 de diciembre el anteproyecto de ley que reforma el Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS). Este borrador introduce medidas significativas como la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales, la regulación del registro horario digital y un refuerzo al derecho a la desconexión digital. Estas iniciativas apuntan a fortalecer los derechos de los trabajadores, pero generan interrogantes sobre su implementación y alcance final.
Reducción de la jornada laboral y su adaptación
Uno de los puntos clave es la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales, marcando un hito desde la última reforma que estableció las 40 horas semanales en los años ochenta. Los convenios colectivos que contemplen jornadas superiores tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptarse, aunque la normativa no especifica cómo se ajustarán los coeficientes de parcialidad en jornadas reducidas.
En el caso de los contratos a tiempo parcial, aquellos que alcancen o superen las 37,5 horas pasarán automáticamente a ser contratos a tiempo completo. Por otro lado, los trabajadores con jornadas inferiores mantendrán su horario actual con un ajuste proporcional de salario.
Además, la nueva redacción del artículo 12.4 del Estatuto limita las horas extraordinarias para contratos a tiempo parcial, estableciendo que la suma de horas ordinarias y complementarias no podrá exceder del límite legalestatuto-trabajadores-e….
Registro horario: hacia un modelo digital
El anteproyecto hace obligatoria la implementación de un registro horario digital, que deberá:
- Registrar las interrupciones y modificaciones de jornada.
- Garantizar la trazabilidad de los datos.
- Estar disponible para trabajadores, representantes e Inspección de Trabajo.
- Conservarse durante al menos 4 años.
Sin embargo, su implementación práctica queda pendiente de un desarrollo reglamentario sin fecha definida, lo que genera incertidumbre respecto a elementos clave como la accesibilidad y las herramientas específicas para asegurar el cumplimientoestatuto-trabajadores-e….
Derecho a la desconexión digital
El anteproyecto refuerza el derecho a la desconexión digital, estableciendo que las empresas no pueden contactar a los trabajadores fuera de su horario laboral, salvo en circunstancias graves y justificadas. Este derecho se incluirá en la negociación colectiva y garantiza que los empleados no serán sancionados por ejercerlo. Esto supone un avance significativo en la protección de los límites entre la vida laboral y personal, especialmente en el contexto del teletrabajoestatuto-trabajadores-e….
Impacto en las empresas y sanciones
La reforma también modifica la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), endureciendo las consecuencias del incumplimiento. Entre las principales sanciones se incluyen:
- Registro horario: Cada infracción se computará por trabajador, tanto en casos de ausencia de registro como de falseamiento de los datos.
- Organización del tiempo de trabajo: Los incumplimientos graves se penalizarán severamente, y aquellos que impliquen riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores serán considerados infracciones muy graves.
Esta medida busca fomentar el cumplimiento y evitar abusos, especialmente en sectores donde el control del tiempo de trabajo es más complejoestatuto-trabajadores-e….
Otros puntos destacados
Prohibición de absorción y compensación salarial
La reducción de jornada no podrá implicar disminuciones salariales ni la eliminación de derechos adquiridos. Este punto es fundamental para garantizar que los avances en condiciones laborales no afecten negativamente a los trabajadores.
Jornadas reducidas y cuidado familiar
Las jornadas reducidas por cuidado de familiares o medidas como ERE mantendrán sus condiciones actuales hasta 2026, aunque los ajustes salariales serán proporcionales.
Conclusiones: avances y retos
El anteproyecto de ley representa un paso adelante en la modernización del marco laboral español, pero deja importantes aspectos a la espera de desarrollos reglamentarios. Si bien la reducción de la jornada laboral y el refuerzo del derecho a la desconexión digital son avances significativos, las críticas por la falta de diálogo social y la ambigüedad en ciertos puntos generan dudas sobre su efectividad práctica.
Las empresas deberán prepararse para adaptar sus estructuras operativas, especialmente en lo relativo al registro horario y la planificación de jornadas. Por otro lado, los trabajadores podrían beneficiarse de un entorno laboral más equilibrado y respetuoso con sus derechos, siempre que las medidas sean implementadas correctamente y supervisadas eficazmente.
vía: USO