Retos para las empresas españolas durante 2024 en su camino hacia la sostenibilidad

El año 2024 se perfila como un momento decisivo para las empresas españolas en su travesía hacia la adopción de prácticas sostenibles. Se anticipa que un número creciente de organizaciones intensificará sus esfuerzos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, motivadas por la implementación de nuevas regulaciones y el reconocimiento de que las compañías que integran criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en sus operaciones logran mejores resultados financieros[1]. Actualmente, apenas el 3% de las compañías en España compromete a sus proveedores a reducir las emisiones de carbono a lo largo de la cadena de suministro. Por esta razón, la legislación europea que se espera sea aprobada este año se enfocará en las emisiones de Alcance 3, buscando una solución integral a este desafío.

“La sostenibilidad corporativa cada vez adquiere una importancia mayor en el sector económico, impulsada tanto por las legislaciones como por el compromiso entre las empresas por avanzar juntas en la reducción de su impacto medioambiental”, asegura Giulia Borsa, Regional Team Leader y Senior ESG Executive de EcoVadis. “Aun así, en España el 74% de las compañías aún está en la fase inicial de su proceso de descarbonización, según nuestro informe Carbon Action Report 2023. Por eso, todavía son varios los retos que deben superar las empresas para avanzar en su compromiso sostenible”.

Año clave para mostrar el compromiso real de las organizaciones con la sostenibilidad

Un desafío para el 2024 es atajar las emisiones de Alcance 3, es decir, aquellas emisiones indirectas que registra una empresa por el impacto de sus proveedores en la cadena de suministro. Desde las instituciones europeas, están intentando influir en este reto impulsando normativas como la CSRD, que obligará a más de 12.000 grandes empresas a informar sobre las emisiones de Alcance 3. Además, este año saldrá adelante en Europa la normativa sobre diligencia debida (CSDDD), cuyo objetivo es obligar a las compañías a implementar acciones sostenibles e informar sobre ellas, fijando multas para las que no cumplan con la norma.

“Algunos países como Francia o Alemania ya disponen de una normativa en diligencia debida, pero en España la iniciativa legislativa está pausada desde 2022. Ante esta situación, es el momento de que las empresas se adelanten a la trasposición de las leyes europeas en normativas locales y muestren su compromiso con el medio ambiente y la sociedad”, comenta Giulia Borsa.

Interoperabilidad para generar un impacto colectivo

Este año, la interoperabilidad ganará protagonismo a medida que las empresas involucren más a sus socios comerciales en acciones climáticas. Para eso se formaron organizaciones como la Asociación para la Transparencia del Carbono (PACT), el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) o EcoVadis. El objetivo de estas entidades es alinear los estándares de carbono y desarrollar un protocolo global para el intercambio de datos con un enfoque estandarizado, convirtiendo la sostenibilidad en un compromiso interconectado.

«Aunque la tecnología es un facilitador poderoso para impulsar la puesta en común de información, ninguna inteligencia artificial o tecnología descarbonizará las cadenas de suministro a menos que las empresas se involucren directamente con sus proveedores. El poder de reducir las emisiones de Alcance 3 no es un esfuerzo individual, sino un viaje colectivo que requiere un compromiso compartido con la sostenibilidad. Por eso, las empresas deben interactuar con sus socios comerciales para lograr un enfoque colectivo y basado en datos que impulse un mundo más sostenible”, añade Borsa.

Compromiso firme por parte de los equipos directivos

Las entidades como EcoVadis ofrecen herramientas y recursos como punto de partida para ayudar a las organizaciones a cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y generar un impacto a gran escala, pero la transformación real radica en las acciones tomadas desde los equipos directivos de las empresas. En este sentido, todavía hay margen de mejora de cara al 2024, pues de momento solo un 42% de las compañías españolas está comprometido con la reducción de su huella de carbono, según la última Consulta integral del Pacto Mundial de la ONU España.

“Este año, cada vez veremos a más empresas avanzando en su actividad sostenible no solo por el mero cumplimiento de las regulaciones, sino con el objetivo de demostrar un compromiso real para minimizar riesgos, construir resiliencia, mejorar su competitividad y reforzar las relaciones con sus proveedores”, concluye Giulia Borsa desde EcoVadis.

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