Revolut, la entidad conocida hasta ahora por sus servicios financieros digitales, ha anunciado su incursión en el espacio físico en España con la introducción de cajeros automáticos. Este verano, la empresa empezará a instalar 100 cajeros en ciudades clave como Madrid y Barcelona, marcando un cambio significativo en su modelo de negocio. La decisión responde al alto uso de efectivo en el país, con más de la mitad de los españoles usando billetes y monedas a diario. Además, estos cajeros no solo permitirán retirar dinero, sino también ordenar tarjetas nuevas y, a futuro, ingresar efectivo, contando con avanzadas medidas de seguridad como la autenticación facial.
El banco digital tiene en la actualidad más de 4,5 millones de clientes en España. Esta expansión no se trata de un experimento, sino de un cambio estratégico en su aproximación al mercado español. Además de los cajeros físicos, Revolut tiene planes ambiciosos para el futuro cercano, que incluyen el lanzamiento de hipotecas digitales. Estos servicios de préstamo para vivienda prometen ser 100% en línea, sin papeleos y con una respuesta en 24 horas, empezando su implementación en países como Irlanda, Francia o Lituania, y con miras a extenderse a España dentro de 2025.
La propuesta de Revolut no se limita a los servicios individuales. También están desarrollando productos destinados a empresas, soluciones de pago aplazado y un asistente financiero impulsado por inteligencia artificial. Este conjunto de servicios busca no solo competir con los bancos tradicionales en términos de tecnología e inmediatez, sino también ofrecer una alternativa práctica y moderna al sector bancario convencional.
Con este ambicioso proyecto, Revolut pretende desafiar el mercado financiero convencional en España, ofreciendo tecnología avanzada y conveniente, junto con la presencia física. Esta estrategia híbrida podría marcar el comienzo de un cambio significativo en la industria bancaria, ofreciendo a los usuarios más opciones y flexibilidad en la gestión de sus finanzas.
