La verdad es que sorprende la taimada y tremenda campaña en contra de subirle los impuestos a las rentas altas, si se arma este escándalo porque tributen los que más tienen, que es lo normal, mucho mayor ruido provocará que se ataque el patrimonio de los ricos, ricos de verdad de la buena. Se dirá que perjudica a miles de ahorradores, lo cual es falso de toda falsedad, cuando no se justificará que ya pagan bastantes impuestos, y es que eso de que te claven por tener un yate tampoco es de recibo. Incluso se puede acabar teniendo propensión a la melancolía y considerar que la gente rica paga impuestos en demasía por verdadero altruismo o engañados ya que a través de las leyes se les mete en el berenjenal de formar sociedades de inversión que tributan más que los ciudadanos de a pie.
No confundamos pequeño ahorrador con los ricos, éstos son los que suelen instrumentar su patrimonio a través de las Sicav y, como podreis imaginar tampoco son tantos ni desde luego son tontos. Era un secreto a voces pero Luis Solana destapa la técnica de creación de una Sicav en este artículo que recomiendo.
Es decir, para crear una Sicav sólo hace falta 1 persona con suficiente capital ya que las otras 99 te las facilitan los gestores de estos grandes patrimonios. A este paso Robin Hood va a formar parte de una Sicav ya que eso de pelear porque los ricos paguen está muy mal visto y perjudica a la economía.
Hay que recordar, incluso a algún cenizo trilero aunque tenga sillón con letra, que según la teoría los impuestos inhiben la actividad económica cuando éstos son confiscatorios. Ya que no estamos en Nottingham, con recaudadores de impuestos plenipotenciarios, ni tenemos un bosque de Sherwood a mano, la noción de «confiscatorio» es subjetiva. Y ahí es donde está la clave, en la percepción, y en eso es en lo que están trabajando los ideólogos neocon. Toca rebatirles mi buen Robin.
Foto | peter lomas
