La incertidumbre y la volatilidad han sacudido los mercados financieros en las últimas semanas debido a la política comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sus constantes modificaciones en la imposición de aranceles han generado desconcierto entre inversores y empresas. Sin embargo, una fecha en particular está generando especial preocupación: el 2 de abril, día en el que entrarán en vigor las tasas recíprocas anunciadas previamente. Expertos del sector ya han bautizado este momento como el «Día D de los aranceles».
Un cambio de paradigma en el comercio global
Trump ha sido claro en su postura: cualquier tarifa impuesta a productos estadounidenses será replicada en igual o mayor medida. «Si nos cobran un 25% o 10% o 2%, eso será lo que les cobraremos. Y no sé por qué se quejan, no hay nada más justo que eso», afirmó el mandatario al anunciar la medida.
El 2 de abril también marca el fin de las exenciones arancelarias del 25% a México y Canadá, las cuales afectarán directamente a la importación de automóviles y productos vinculados al tratado comercial T-MEC. Este cambio puede suponer un impacto significativo en las relaciones comerciales entre los tres países, además de afectar directamente a industrias clave.
Los mercados aún albergan la esperanza de que estas medidas sean revertidas total o parcialmente antes de su aplicación, aunque algunos analistas, como Stephen Innes, de SPI Asset Management, creen que Trump seguirá adelante sin titubear.
«La verdadera pregunta ahora es hasta dónde está dispuesto Trump a presionar con los aranceles y los recortes gubernamentales. La idea de que esté intentando deliberadamente crear una recesión parece exagerada. Aun así, con el Día D de los aranceles recíprocos acercándose, los operadores serían ingenuos si descartaran su determinación de reestructurar el comercio global», señaló Innes.
Este contexto sugiere que Trump no solo está apostando por el proteccionismo, sino que está utilizando los aranceles como una herramienta para rediseñar el orden económico mundial. Según el experto, el presidente estadounidense está dispuesto a asumir una alta volatilidad en los mercados como costo de su estrategia.
Impacto en la inflación y la política monetaria
La preocupación por los aranceles coincide con un dato de inflación en Estados Unidos mejor de lo esperado, lo que ha generado cierto alivio. Sin embargo, Innes advierte que esto podría ser solo un espejismo temporal, ya que si las tarifas impactan directamente en el costo de los productos importados, la inflación podría dispararse nuevamente.
«Si los aranceles comienzan a elevar los precios al consumidor, la lucha contra la inflación podría complicarse rápidamente, lo que obligaría a la Fed a mantener tasas más altas durante más tiempo del que los mercados anticipan», explicó el analista.
En este contexto, los inversionistas están depositando su esperanza en un posible cambio de postura de la Reserva Federal. El mercado espera que Jerome Powell, presidente de la Fed, envíe señales claras sobre posibles recortes en las tasas de interés para contrarrestar los efectos negativos de los aranceles en el crecimiento económico.
Europa responde con contramedidas
La Unión Europea ya ha anunciado su respuesta arancelaria a las medidas de Trump, estableciendo tarifas adicionales sobre productos estadounidenses por un valor de 26.000 millones de euros a partir de abril.
A pesar de esto, algunos expertos creen que el impacto en el mercado europeo será menor de lo previsto. Joshua Mahony, analista de Scope Markets, sostiene que la zona euro podría contrarrestar estos efectos con un aumento del gasto gubernamental y la mejora de las expectativas económicas tras la tregua en la guerra de Ucrania.
Sin embargo, la posibilidad de una guerra comercial ampliada sigue latente, lo que añadiría más incertidumbre a un mercado ya volátil.
¿Recesión en el horizonte?
Muchos analistas coinciden en que el impacto más inmediato de los aranceles será un aumento de la inflación. No obstante, hay quienes alertan sobre una posible desaceleración económica profunda, que podría derivar en una recesión en EE.UU.
«La combinación de un panorama laboral incierto y políticas arancelarias volátiles podría afectar la confianza de consumidores y empresas. Si las compañías enfrentan mayores costos de importación, es probable que los trasladen a los consumidores, lo que incrementaría la presión inflacionaria en los próximos meses», afirmó Antonio DiGiacomo, analista de mercados financieros en XS.
Por su parte, Linh Tran, también analista de XS, advierte que «los inversores han comenzado a ser más cautelosos con los activos de riesgo, lo que añade más presión al Dow Jones en medio de la incertidumbre económica».
No obstante, no todos los expertos comparten una visión pesimista. David Morrison, analista de FCA, cree que el temor a una recesión podría estar sobredimensionado:
«El mercado laboral sigue siendo sólido, la inflación ha bajado y las ganancias corporativas se mantienen saludables. Sin embargo, la confianza del consumidor ha disminuido y empresas como Walmart y Delta Air Lines han advertido sobre una desaceleración en el consumo. Todavía hay muchas incógnitas en el horizonte», concluye Morrison.
Conclusión: ¿Qué esperar del «Día D de los aranceles»?
La jornada del 2 de abril podría convertirse en un punto de inflexión para la economía global. Si los aranceles entran en vigor sin modificaciones, el impacto podría extenderse más allá de Estados Unidos, generando un efecto dominó en los mercados internacionales.
Las próximas semanas serán decisivas, y los inversores estarán atentos a cualquier señal de cambio en la postura de la Fed, así como a posibles negociaciones entre EE.UU. y sus principales socios comerciales. En un escenario de alta volatilidad, la cautela y la diversificación serán clave para afrontar la incertidumbre del mercado.