En otras ocasiones te hemos hablado acerca de las entrevistas de trabajo. Seguro que tú mismo has hecho alguna antes de iniciar tu negocio o has tenido que llevar a cabo una entrevista para contratar a tus trabajadores.
Las entrevistas suelen ser el método que se utiliza para poder contratar trabajadores ya que te da una visión de esa persona. Es una técnica imparcial (hasta cierto punto porque al final muchas veces nos dejamos influir) y puede ser estándar con lo que le damos la misma oportunidad a todos los candidatos.
Con ella establecemos una relación entre el candidato y el empleador de tal manera que se puede predecir si habrá una buena relación o habrá situaciones en las que sus puntos de vista choquen.
Sin embargo, las entrevistas también pueden tener inconvenientes como el hecho de que dura demasiado para cada candidato y con los descansos que se han de dar puedes tardar varios días si tienes muchos candidatos.
Además, se necesita formación y experiencia para lograr sacar el beneficio que se espera encontrando al trabajador ideal (y no al primero que nos diga que le va bien).
Otro de los inconvenientes es el hecho de que no sabremos si lo que nos dice es verdad o no; algunas cosas si podremos verificarlas pero otras no.