En la presentación del iPad 2, una de las declaraciones de Steve Jobs que más resonaron fueron aquellas que definían al dispositivo de Apple como el primero de “la era post PC”. Algo que nos recuerda que todo juega en contra de los ordenadores de escritorio: voluminosos, pesados y destinados a un solo emplazamiento… A contrapelo de todas las virtudes de la era de la portabilidad: ligereza, conectividad, movilidad…
A menos de que se sea un heavy user de los de solera, los portátiles más sofisticados llegan con todo lo necesario para el trabajo y el disfrute multimedia. La nueva generación de procesadores de doble núcleo y de baterías están logrando autonomías notables, que están llegando a la barrera de las 10 horas.
Un panorama para los ordenadores personales que no mejora si se incluye a los netbooks, el iPad y los tablets en la ecuación: equipos pensados para un usuarios que no quiere complicaciones, y si la posibilidad de ir y venir con sus contenidos a donde les plazca.
La aparición de las unidades de disco portátiles y de la nube, acaban con la razón última de los ordenadores de escritorio: su almacenaje.
¿En la empresa del futuro cada empleado irá y vendrá con su ordenador portátil?
Fuente | IT Pro
