Existen personas que trabajan cuando todo el mundo disfruta de su tiempo de ocio y de su tiempo libre. Este cambio de hábitos y de rutinas tiene sus ventajas y también sus inconvenientes. Por ejemplo, es duro ir a trabajar cuando tus amigos están de fiesta pero también es muy gratificante a nivel emocional, disfrutar de tu tiempo de descanso cuando otros hacen frente a la jornada laboral. La mayor dificultad procede precisamente, de poder compatibilizar horarios para seguir disfrutando de una vida social activa y de los planes de ocio.
Las ventajas de trabajar los fines de semana también son positivas en relación con la conciliación laboral y el cuidado de los niños y de la familia ya que durante la semana puedes estar en casa disfrutando de su compañía y apostando por la educación como un valor en alza.
Además, el trabajo de fin de semana también te puede aportar una gratificación económica mayor. A nivel emocional, resulta más difícil trabajar un fin de semana de verano cuando hace sol y buen tiempo que en invierno cuando está lloviendo y las temperaturas no invitan a salir de casa.
Al final, en un momento de crisis económica, es importante estar receptivo a la hora de encontrar un empleo y no pensar en el hecho de que tienes que sacrificarte un sábado o un domingo sino en el hecho de sentirte afortunado por tener un trabajo.
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