Septiembre: buenos propósitos a nivel laboral. A lo largo del calendario existen dos temporadas clave en relación con el cambio y los buenos propósitos. Por una parte, tras las campanadas de fin de año siempre tienes en mente nuevos deseos que luego no siempre se cumplen.
Pues bien, tras las vacaciones de verano también es buen momento para poner orden en tu mente y pensar en posibles cambios que te gustaría tener dentro del plano laboral o personal. El objetivo: sentirte mejor contigo mismo. Por ello, en más de una ocasión el cambio puede consistir únicamente en un cambio de actitud. En enfrentar la vida de una forma diferente y tener ganas de ser un poco más feliz.
Septiembre es un buen mes para ello ya que por pura inercia, nos hemos acostumbrado desde que somos niños a vincular ese mes con los inicios al ir al colegio. Para reflexionar sobre esta cuestión puedes tomar un folio en blanco y anotar posibles metas que te parezcan interesantes de llevar a cabo. Déjate llevar por los deseos del corazón y no consideres que algo tiene poca importancia, piensa simplemente, en qué es aquello que te motiva de verdad.
Imagen: Estilos y Formas
