El aburrimiento surge ante la apatía de hacer frente todos los días a las mismas cosas de una forma rutinaria y monótona. De este modo, el trabajador poco a poco, también deja de lado su creatividad a la hora de poder introducir pequeños cambios en la jornada laboral. La rutina es una parte inherente de la vida, sin embargo, más allá de los parecidos cada amanecer es diferente al anterior. Del mismo modo, nada tiene que ver la alegría que sientes un viernes ante la llegada del fin de semana, con la pereza propia de un lunes.
El aburrimiento mata la motivación en el trabajo. Es decir, el tedio causa desmotivación y abatimiento. Ingredientes que nunca te debes permitir pero todavía menos en un momento de crisis económica donde debes agudizar tu ingenio al máximo, potenciar tu talento y dar lo mejor de ti mismo cada día en la oficina. Para ello, no dudes en apostar por la formación constante como una forma de vida, y también, mejora la comunicación con tus compañeros de trabajo. Cuida los pequeños detalles, por ejemplo, el día de tu cumpleaños puedes llevar pastas para celebrar ese día tan especial con el resto de trabajadores de tu empresa.
Busca un sentido a aquello que realizas ya que esta es la única forma de poder obtener una satisfacción emocional en medio del aburrimiento que a veces, te envuelve.
Imagen: Medicinas Alternativas