Las reuniones de grupo, o de equipos de trabajo, son algo imprescindible en las empresas debido a que, con ellas, las personas podemos aclarar dudas o poner en común trabajo para un bien mayor como es el de conseguir un objetivo que se plantea toda la empresa.
Existen tres elementos que caracterizan toda reunión. Éstos son:
Es una actividad. Toda reunión se caracteriza por una interacción, comunicación y participación, además se da en una situación de grupo, ya que una reunión puede producirse sin necesidad de que exista un grupo, pero si tiene que existir, al menos, una situación de grupo.
Tiene un espacio y tiempo determinado y, cumplidos estos así como los objetivos del mismo, la reunión termina y los participantes se despiden, quizás para volver cada uno a su trabajo y no encontrarse más hasta una nueva reunión.
Se busca conseguir un objetivo específico. Las reuniones deben tener objetivos claros y definidos previamente. Si te olvidas de ese aspecto entonces la reunión no sirve para nada porque no se pueden tomar decisiones ni llegar a algo que pueda ser bueno para la propia empresa.
Las reuniones normalmente se suelen planificar con tiempo y preparación ya que es muy importante no solo lo que ocurre y cómo transcurre la reunión, sino los pasos anteriores o previos a la misma y también los pasos posteriores donde se puede ver un seguimiento de esa reunión.
En un próximo artículo te comentaremos esos pasos uno por uno para que sepas qué esperar en cada uno de ellos y poder aplicarlo a tu propia empresa para realizar reuniones con tus trabajadores y de esa manera conseguir que todos ellos se impliquen en la empresa, en los objetivos y, en definitiva, en la buena marcha de la empresa.