La búsqueda de empleo puede enfrentarse a un obstáculo tecnológico incluso antes de que un reclutador vea tu currículum vitae (CV). Los sistemas automáticos de seguimiento de candidatos (ATS, por sus siglas en inglés) filtran las candidaturas basándose en criterios específicos, tales como palabras clave, estructura y formato del CV. Es esencial adaptar tu CV para superar este primer filtro y asegurarte de que llegue a manos de un reclutador humano.
El sistema ATS busca en el CV palabras clave relevantes para el puesto, una estructura clara y un formato sencillo, desechando aquellos que presenten diseños demasiado creativos o poco convencionales. Para pasar este filtro, se recomienda emplear un lenguaje directamente relacionado con la descripción del trabajo al que se aspira, utilizando un formato sencillo y fuentes legibles, y asegurándose de que los datos de contacto estén visibles y al inicio del documento.
Además, es crucial que los títulos de las secciones del CV sean estándar y fácilmente identificables por el sistema, que se eviten formatos complejos que puedan causar errores de lectura en el software y que se use un lenguaje de palabras clave que refleje la experiencia y habilidades reales del candidato. La coherencia y una buena redacción son igualmente importantes para superar la revisión posterior por parte de un reclutador humano.
Los expertos aconsejan personalizar el CV específicamente para cada puesto, lo cual, si bien puede requerir un esfuerzo adicional, incrementa significativamente las posibilidades de que el perfil sea considerado. No dejar nada al azar y cuidar el detalle en la presentación del CV puede marcar la diferencia entre ser descartado en una etapa temprana o avanzar en el proceso de selección.