Mirar la rentabilidad anual del S&P 500 es tentador. Es un número limpio, fácil de comparar, perfecto para titulares y para convencerse de que “a largo plazo todo sube”. El problema es que esa cifra resume el final de la película… y omite casi todo lo que pasa en medio.
La estadística que muchos inversores descubren tarde es la máxima caída intranual (drawdown): cuánto llegó a caer el índice desde su pico del año hasta su mínimo antes de recuperar (o no) el terreno perdido. Es el termómetro del “dolor” real, el que determina si una estrategia se mantiene o se abandona cuando el mercado aprieta.
Una tabla con datos históricos del periodo 1950–2024 lo deja claro: el S&P 500 ha tenido una tendencia alcista de fondo, pero lo habitual es que, incluso en años que terminan en verde, haya sobresaltos considerables por el camino.
La fotografía completa: más años positivos, pero con sustos frecuentes
En los 75 años analizados (1950–2024), 59 terminaron con rentabilidad anual positiva. Es decir, casi un 79% de los años cerraron en verde. A primera vista, el mensaje es tranquilizador: estadísticamente, lo más frecuente es acabar ganando.
Pero la historia cambia cuando se mira el recorrido intranual. En 41 de esos 75 años, el índice registró caídas intranuales del 10% o más. Dicho de otra forma: más de la mitad de los años tuvieron, en algún momento, una corrección que habría puesto a prueba la paciencia de cualquiera que mirase su cartera con demasiada frecuencia.
Y hay un dato aún más revelador: solo en 6 años el drawdown fue inferior al 5%. Los años “suaves” existen, pero son minoría. La normalidad del mercado no es una línea recta; es una escalera con peldaños resbaladizos.
Resumen estadístico (1950–2024)
| Métrica (S&P 500) | Resultado |
|---|---|
| Años analizados | 75 |
| Años con rentabilidad anual positiva | 59 (78,7%) |
| Años con drawdown ≥ 10% | 41 (54,7%) |
| Años con drawdown < 5% | 6 (8,0%) |
| Mayor drawdown del periodo | -48,8% (2008) |
| Mayor rentabilidad anual del periodo | 52,6% (1954) |
Por qué el “dolor” suele acompañar a las mejores recuperaciones
La tabla también muestra un patrón que se repite en la práctica: los grandes años de rentabilidad suelen llegar después de periodos difíciles. No es una ley física, pero sí un comportamiento frecuente en mercados. Cuando el miedo aprieta, se ajustan expectativas, se reprician activos y, a veces, llega el rebote.
Algunos ejemplos que destacan por contraste:
- 1974 cerró con -25,9% y un drawdown de -37,6%.
1975, justo después, acabó con +37,0% (y aun así sufrió una caída intranual de -14,1%). - 2002 terminó en -22,0%, con drawdown de -33,8%.
2003 rebotó a +28,4%, aunque dentro del año llegó a caer -14,1%. - 2008 fue el golpe más duro del periodo: -36,6% y drawdown de -48,8%.
2009 cerró con +25,9%, pero con un drawdown todavía severo (-27,6%).
Esta dinámica explica por qué tantos inversores “pierden” incluso cuando el mercado “gana”: el problema no es el dato final, sino la gestión emocional y operativa durante la caída.
Un año puede acabar bien y aun así ser durísimo
Otra trampa común es asociar “año positivo” con calma. La tabla desmonta esa intuición con ejemplos claros:
- 2020 cerró en +18,0%, pero tuvo un drawdown de -33,9%. Traducido: hubo un momento en el que el inversor veía su posición caer aproximadamente un tercio… antes de terminar el año con ganancias.
- 2011 acabó con +2,1%, pero llegó a caer -19,4% dentro del año: un sufrimiento propio de mercado bajista para rascar un positivo modesto.
- 2023 terminó en +26,1%, con un drawdown de -10,3%: incluso un año excelente puede incluir una corrección de dos dígitos sin previo aviso.
En realidad, esta es la gran lección del drawdown: la volatilidad no es una anomalía, es el peaje recurrente que acompaña a los mercados de renta variable.
Tabla de ejemplo: años “memorables” por caída y por resultado
Para ponerle cara al fenómeno, aquí va una selección de años representativos (rentabilidad anual y máxima caída intranual):
| Año | Rentabilidad anual | Drawdown intranual |
|---|---|---|
| 1974 | -25,9% | -37,6% |
| 1975 | 37,0% | -14,1% |
| 1987 | 5,8% | -33,5% |
| 1995 | 37,2% | -2,5% |
| 2002 | -22,0% | -33,8% |
| 2003 | 28,4% | -14,1% |
| 2008 | -36,6% | -48,8% |
| 2009 | 25,9% | -27,6% |
| 2011 | 2,1% | -19,4% |
| 2020 | 18,0% | -33,9% |
| 2022 | -18,0% | -25,4% |
| 2024 | 24,9% | -8,5% |
La lectura es incómoda, pero útil: incluso cuando el año termina bien, el camino puede ser lo bastante duro como para provocar ventas en el peor momento.
“Prepárate para el -50%”: lo que significa de verdad
Decir “hay que aguantar una caída del 50%” suena a frase hecha hasta que la cifra se concreta. En el periodo 1950–2024, el peor drawdown de la tabla alcanza el -48,8% (2008), que está prácticamente en ese umbral psicológico.
En términos prácticos, diseñar una estrategia “capaz de sobrevivir” no consiste en repetir que “a largo plazo se recupera”, sino en evitar que el propio inversor se convierta en el eslabón débil. Y eso suele depender de tres variables muy poco glamourosas:
- Riesgo asumible: no todo el mundo tolera la misma volatilidad, aunque crea que sí en mercados alcistas.
- Liquidez y planificación: si una cartera necesita vender en una caída para cubrir gastos, el drawdown se vuelve un problema real, no teórico.
- Disciplina operativa: rebalanceos, aportaciones periódicas o reglas claras de exposición suelen “blindar” decisiones cuando el ruido se dispara.
La rentabilidad anual es el marcador final. El drawdown es el partido.
La idea incómoda: los años de pánico suelen ser el filtro
El mensaje que se desprende de los datos no es que el S&P 500 “engañe”, sino que la estadística que más importa para sobrevivir no es la rentabilidad de diciembre, sino la caída de agosto (o de marzo). Quien solo mira el cierre del año puede creer que el mercado es más amable de lo que realmente es. Quien entiende el drawdown acepta algo crucial: los sustos no son excepciones; son parte del guion.
Y, en un medio financiero, esa diferencia importa porque separa dos perfiles: el que invierte con un plan diseñado para resistir la volatilidad y el que, sin darse cuenta, está apostando a que “este año será de los tranquilos”.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el drawdown intranual del S&P 500 y cómo se interpreta?
Es la mayor caída desde el máximo del año hasta el mínimo posterior dentro del mismo año. Mide el peor momento “en medio” del ejercicio, aunque el año termine en positivo.
¿Es normal que el S&P 500 caiga más de un 10% en un año y luego cierre en verde?
Sí. En el periodo 1950–2024, más de la mitad de los años registraron caídas intranuales de al menos el 10%, aun cuando muchos terminaron con rentabilidad anual positiva.
¿Qué diferencia hay entre mirar rentabilidad anual y mirar drawdown?
La rentabilidad anual resume el resultado al cierre del año. El drawdown muestra el coste emocional y el riesgo de capitulación durante el año, que es cuando muchos inversores toman malas decisiones.
¿Cómo se puede preparar una cartera para soportar caídas del 30%–50% sin vender en pánico?
Con una combinación de horizonte temporal realista, liquidez para no verse obligado a vender, diversificación y reglas operativas (por ejemplo, aportaciones periódicas o rebalanceo) que reduzcan decisiones impulsivas en plena caída.
Fuentes:
- Tabla “S&P 500 Returns & Intrayear Drawdowns: 1950–2024” (fuentes de datos indicadas en la propia tabla: NYU y Bloomberg; cálculos sobre la serie).









