Antes de entrar en materia recordemos que el plazo para domiciliar el pago del Impuesto de Sociedades 2006 acaba hoy día 19 aunque el plazo efectivo llega hasta el día 25. Aparte y coincidiendo con estas fechas, cabe hacer una mención al nivel impositivo que soportan las entidades mercantiles en España, las más comunes al menos, que sirve de acompañamiento a la dura tarea de pagar un tributo que apenas se corresponde a la realidad. Me explico.
Los fondos fiscales que se consiguen de las sociedades provienen de la supuesta riqueza alcanzada por éstas en función del principio del devengo, esto es, de lo facturado y recibido a fecha factura. Existe de hecho un desfase entre lo que las empresas facturan y luego cobran al producirse retrasos elevados en la liquidación de las deudas y que suelen sobrepasar los 90 días. De tal modo que en muchas ocasiones se liquidan estados financieros totalmente desactualizados en origen a lo que se suman los siete meses de diferencia hasta que se abre el plazo de declaración.
Si a ello le sumamos que no existe una contrapartida a esos impuestos, cosa que no ocurre con el IRPF, por ejemplo, que se desprende de las nóminas y por tanto de lo cobrado, se tiene la sensación cierta de que es dinero a fondo perdido que se pone en manos de la Administración. Y repartir dividendos es caro puesto que tributan por una doble vía, sociedades e IRPF, salvo deducciones por doble imposición. Al final tenemos empresas sobrecapitalizadas irrealmente.
Pero es que además, en España se maltrata a la pequeña empresa societaria, de ahí la proliferación de trabajadores autónomos que ni se plantean constituir una, con elevados tipos impositivos, obstáculos burocráticos con proliferación de obligaciones recurrentes y persecución inspectora.
Se debería hacer una reforma en profundidad del ámbito mercantil tendente a reducir su complejidad, salvo en el caso de empresas cotizadas, y a ajustar los tipos impositivos a la baja para situarnos en mejores posiciones a nivel europeo y no rozando con un 32,5% a países como Alemania (38,7%), Italia (37,3%) o Malta (35%).
Por cierto, las promesas electorales son eso, promesas que deben plasmarse en la realidad aunque no estaría mal un tipo del 20% cuanto antes y no en 2012.