El próximo uno de enero de 2008 entra en vigor la reforma contable que pretende adaptarnos a nuestro entorno europeo así como a las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera).
Como casi todo lo que se hace en este país, se acabará de aprobar a última hora, es decir, más o menos por el otoño porque como bien podéis deducir aún faltan cosas por hacer.
Y como era previsible no sólo ganaremos en estándares al estilo internacional sino que costará su dinero, que algunos calculan en un total de 10.000 millones de euros, a razón de entre tres mil y seis euros mínimo por empresa sólo en cuestiones tecnológicas y un mínimo de formación para conocer y afrontar las nuevas normas.
Casi nada. Por mi parte ya llevo varios meses valorando la situación previa de mis clientes para adoptar soluciones individuales ya que cada sociedad es diferente, por sector, volumen de negocio, formación de los trabajadores, prácticas, vicios adquiridos,… Y aún así me costará lo mío convencerles a todos sobre determinadas cuestiones con el plazo de entrada en vigor encima.
No sé cómo pero creo que estas reformas podrían hacerse de una manera más sencilla y rápida.