Biotecnología y capital

next.jpgMe gusta la literatura de Michael Crichton como medio de desintoxicación, es decir, lo ligero de sus argumentos me permite evadirme de otras lecturas más profundas o con tramas más complicadas al tiempo que se aleja, aparentemente, de tanto texto legal que uno debe al menos ojear casi a diario. Eso no quiere decir que tengan calidad en cuanto a proyecciones de futuro al basarse generalmente en novedades científicas y técnicas muy atrayentes.

El último volumen de este famoso escritor se titula NEXT (Plaza & Janés, 2007) y trata, en principio y por encima, de la biotecnología. Me ha servido como «excusa inversa» para indagar un poco sobre este sector y su impacto real en la economía.

De momento, su influencia real en los más variados bienes y productos (desde la leche a los fármacos) es mayor que su aportación económica. Sólo supone el 0,06% del PIB pese a duplicarse en apenas un lustro desde el año 2000. Sin embargo, se prevé que llega a suponer el 1,6% en 2010, es decir, a la vuelta de la esquina.

Uno de los factores explicativos de que aún no haya despegado en España lo que ya lleva años siendo foco de atención e inversiones en otros lugares (el paradigma es EE.UU., claro) no es otra cosa que la aversión del capital riesgo hacia estas actividades dejando en manos de los inversores privados esta tarea. Debemos contar también con que las investigaciones necesitan períodos largos de tiempo para empezar a dar resultados apreciables y más todavía para reportar beneficios.

No tardaremos, sin embargo, en ver a estos inversionistas «arriesgando» en proyectos biotecnológicos cuando estén más maduros. Y eso que se califican de «riesgo».

Enlace: Cinco Días.

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