Habrá quien se ponga en contra de la medida tomada por el ministerio de Sanidad y Consumo respecto a poner algo de orden en el tallaje de la ropa (por mi parte reclamo lo mismo en el calzado pero es otra historia) incidiendo en que supone un problema para la industria textil en términos económicos, organizativos o de producción. Craso error.
Hay quien donde los demás vislumbran un problema, él o ella otean una oportunidad ya sea de mejora de lo existente o de inicio de algo nuevo. Para mí esta es la actitud positiva y necesaria, puede que no me equivoque demasiado.
Escucho en una entrevista a Antonio Catalán, dueño de la cadena hotelera AC, y no puedo por menos que reconocer ciertas novedades interesantes en su forma de ver la gestión de su negocio como el tratamiento casi personalizado de sus trabajadores, muchos de ellos mujeres. Sus actitudes y trato sobre un recurso tan importante como el humano indican que tiene una visión diferente: cuando una de sus empleadas queda embarazada tienden a mimarla interesándose por su estado y necesidades. A cambio seguramente se fideliza al personal para siempre.
Y es que no sólo la fuerza de trabajo debe ser flexible, también la mentalidad empresarial. Y a partir de este ejemplo podríamos construir muchos más. Como para escribir un libro.