La crisis parece golpear a todos, o al menos a casi todos. Pues aquellas empresas que ofrecen servicios exclusivos a los que únicamente los millonarios pueden acceder parecen no haber sentido el cimbronazo.
Los millonarios no han visto flaquear sus bolsillos. Ellos siguen preocupados en la búsqueda de distinción y exclusividad. Es por ello que se permiten lujos como alojarse en suites exclusivas de hoteles que cuestan 2000 euros, reservar unos baños turcos en un balneario por 2.500 euros o alquilar un coches de lujo de hasta 5.000 euros.
Alrededor del mundo existen muchas empresas que se dedican a ofrecer servicios de lujo. Un ejemplo es la inmobiliaria Theresa Bernabé la cual vende islas paradisíacasa a tan sólo 1.650.000 euros.
Los medios de transporte también tienen lujos. Un boleto de tren de León a Santiago de Compostela sale 29 euros. Aunque si hacemos el mismo recorrido en un tren privado el pasaje pasa a costar 2.500.
Las frivolidades de los famosos también son otros ejemplos de que el mercado da para todo. Paris Hiltón se compró una mansión en Beberly Hills valorada en 6,25 millones de dólares, tiene cinco suites cinco baños, piscina, sauna, spa, gimnasio, amplios jardines y una impresionante vista de la ciudad de Los Angeles. David Beckham, por su parte, no ha tenido mejor idea que regalarme un a su esposa Victoria un vibrador valuado en dos millones de dólaresm hecho con platino y diamantes.
Todos estos son tan sólo algunos de los muchos ejemplos que denuncia que como siempre sucede la crisis difícilmente afecte a los millonarios.