Hay gente que defiende a los especuladores no sólo como un mal necesario, al estilo de las enfermedades, sino como a auténticos «hombres buenos» que ayudan a la economía. Lo que hay que leer por ahí.
Mi posición no es esa porque sencillamente no me gusta quien se aprovecha de los resquicios del sistema para ganar, desde una posición ventajosa, sin arriesgar. Quizá sea porque no me lo puedo permitir y asumo que nunca podré hacerlo. También me ponía de parte de los indios en las películas del Oeste.
Poco puedo hacer para luchar contra estas prácticas que nada aportan al mundo salvo escribir algún que otro artículo aquí gracias a la benevolencia de mi editor. Algo más pueden hacer los políticos que me/nos representan con todo el poder del estado si quieren utilizarlo. Y es posible que se obre el milagro: los servicios secretos griegos han localizado y puesto nombre a los especualdores que atacaron su deuda y al euro hace escasas fechas.
Además qué quereis que os diga, me jode que unos británicos y unos americanos ataquen la moneda europea y a Grecia. Y que sepan que donde las dan, las toman.
Imagen | amaianos