El 2011 inició con una revalorización del azúcar en términos no vistos desde hace 30 años, y con las alertas sobre una posible hambruna mundial ante el aumento de los precios de los alimentos. Leche, huevos, carne y granos se posicionan inalcanzables para el grueso de la población, impulsados por
- Las magras cosechas debido al cambio climático
- El aumento en el consumo de los alimentos básicos en las economías emergentes (China e India a la cabeza) debido a la creación de nuevas capas de clase media
- La especulación con el precio de los granos debido a su uso como biocombustibles (estamos seguros que los “verdes” no la vieron venir)
- La desaparición de las políticas alimentarias que proveían a las capas más desfavorecidas de alimentos: hoy en día las economías “granero” ya no regulan las exportaciones para favorecer al mercado interno.
Sí: el hambre cotiza. ¿Debemos aprovechar el apalancamiento?