Apagar la luz ante la crisis

20080110073618-interruptor.jpgLa crisis se ha expandido y ya embiste fieramente fuera del sector inmobiliario: una de cada dos empresas perderá ingresos por impagos. Las medidas a adoptar no puede retrasarse más y deben ser toda índole. Desgraciadamente, al calor del momento, las empresas amputan antes que aplicar medicinas adecuadas.

Martin Fadesa y Prometheus Electronics nos han sorprendido con fieras medidas de suspensión de pagos y despidos, mientras que otras empresas, sin publicidad, amplían créditos, venden sus activos y planean amplios recortes de plantilla buscando sanear sus finanzas, cuando existen medidas menos dramáticas y más efectivas para ahorrar, por lo menos, un 20% de sus gastos.

Apagar las luces, suspender viajes y limitar llamadas, y cambiar ambos por videoconferencias vía web, suspender las dietas, limitar la mensajería... Toda limitación en los servicios acarrea, al corto plazo, un ahorro del 20% en los gastos de la empresa.

Los grandes expertos prefieren recortar gastos desde lo general y avanzar hacia lo particular, pero sin tocar las áreas y partidas de innovación. Es decir: un recorte sobre servicios al corto plazo y un cultivo de las políticas a largo plazo. Limitarse y ahorrar sin sacrificar la cultura empresarial. «Ahorrar es tan importante como vender».

Cinco Días, en un artículo sobre medidas de ahorro concreto, cita el caso de Iberia tras la crisis del 11-S: inició una reducción de costes que contempló eliminar las rutas que no pasaban por Madrid, ofrecer a las agencias de viajes incentivos en lugar de la comisión fija del 9%, tras la primera fase que atacó los gastos en combustibles, electricidad y componentes.

Peugeot Citroën ha ido más lejos en su plan director 2007-2010: han reducido en un edificio su sede y los despachos, antes individuales, ahora acogen a tres y cuatro empleados. El ahorro en calefacción y mantenimiento significa un 30% de los costes.

Todo sea en nombre de no destruir empleo.

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