Cada final de año se repite la misma escena: contribuyentes que revisan su situación fiscal y se preguntan si todavía pueden hacer algo para pagar menos en la próxima declaración de la Renta. En España, una de las palancas más conocidas sigue siendo el plan de pensiones, aunque con matices importantes: ya no es la “gran desgravación” de hace una década, pero puede seguir teniendo sentido si se entiende bien el mecanismo, el límite vigente y el coste real del producto.
En ese contexto han ganado protagonismo las propuestas indexadas y de bajo coste, como las carteras de planes de pensiones de Indexa Capital, que se presentan como una alternativa a los planes tradicionales con comisiones altas y estrategias poco diversificadas.
La clave fiscal: no “desgravas”, reduces tu base imponible
Lo primero es aclarar un punto que suele generar confusión. Aportar a un plan de pensiones no devuelve dinero automáticamente, sino que reduce la base imponible general del IRPF. Dicho en sencillo: si aportas, por ejemplo, 1.500 €, tributas como si hubieras ganado 1.500 € menos (dentro de los límites).
El ahorro fiscal real depende de tu tipo marginal. Por eso, el mismo aporte produce efectos distintos:
- Con un marginal del 19 %, una aportación de 1.500 € puede suponer un ahorro aproximado de 285 €.
- Con un marginal del 30 %, el ahorro aproximado sería 450 €.
- Con un marginal del 37 %, el ahorro ronda 555 €.
- Con un marginal del 45 %, el ahorro podría acercarse a 675 €.
La conclusión práctica: la ventaja fiscal es más potente cuanto mayor sea el tipo marginal. Contrata ahora tu fondo de pensiones con los mejores costes en Indexa Capital.
¿Por qué se habla tanto de los “1.500 €”?
Porque, para planes individuales, la cuantía máxima anual que puede dar derecho a reducción está fijada en 1.500 € (con el límite adicional de que, en general, la reducción no puede superar el 30 % de la suma de rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas).
Existen incrementos del límite en supuestos concretos (por ejemplo, contribuciones empresariales en planes de empleo, o regímenes específicos para autónomos), pero para un particular con un plan individual, la cifra que manda en la práctica suele ser esa: 1.500 €.
La ventaja menos visible: costes bajos y diversificación (cuando el plan está bien diseñado)
El incentivo fiscal es el gancho, pero no debería ser el único motivo. Un plan de pensiones es, al final, una herramienta de inversión a largo plazo. Si el producto es caro o está mal diversificado, la “desgravación” puede quedarse corta frente a años de comisiones elevadas.
Aquí es donde entran propuestas como Indexa Capital, que estructura sus carteras de pensiones con un enfoque indexado: exposición global a renta variable y renta fija, ajustada al perfil de riesgo, con reajustes automáticos (rebalanceos) cuando la cartera se desvía del objetivo.
Según su propia documentación, sus planes invierten en ETFs indexados de gestoras conocidas (menciona, entre otras, Vanguard, Amundi, iShares o State Street), y los planes están gestionados por Caser Pensiones y asesorados por Indexa.
Qué aporta Indexa en la práctica: “cartera” en lugar de un único plan
El concepto diferencial es que el cliente no contrata solo “un plan”, sino una cartera que combina un plan de acciones y un plan de bonos, con pesos adaptados al perfil (más acciones si se busca más crecimiento y se tolera volatilidad; más bonos si se prioriza estabilidad).
Además, Indexa ha reducido la barrera de entrada: la documentación de soporte indica inversión mínima de 50 € y aportaciones posteriores desde 50 € por domiciliación (y sin mínimo para traspasos desde otra entidad).
Comisiones: el dato que más pesa en horizontes largos
Uno de los argumentos más repetidos a favor de la gestión indexada es que, a 20 o 30 años vista, las comisiones importan muchísimo. En el caso de Indexa, su página de comisiones detalla, para planes individuales, una comisión de gestión total del 0,360 % (indicada desde 01/01/2025, con reparto entre Indexa y Caser), depositaría del 0,050 % (Cecabank) y costes adicionales vinculados a los ETFs y otros conceptos.
Como referencia, en su tabla aparecen costes totales (según el tipo de plan) del orden de:
- 0,490 % para el plan individual de acciones,
- 0,542 % para el plan individual de bonos,
y cifras próximas para EPSV y planes de empleo, con volúmenes reportados a cierre de 2024.
La otra cara: liquidez y fiscalidad en el rescate
El plan de pensiones tiene una contrapartida clara: no es un producto líquido como un fondo de inversión. Salvo supuestos tasados (jubilación y contingencias previstas por la normativa), el dinero queda “encerrado” y eso hay que asumirlo desde el minuto uno.
Y hay otro matiz clave: el beneficio fiscal es, en gran medida, un diferimiento. Hoy reduces base imponible, sí, pero cuando rescatas el plan, lo cobrado tributa como rendimientos del trabajo. Esto puede empujar al contribuyente a un tramo marginal más alto si rescata de golpe, por lo que muchos asesores recomiendan rescates progresivos.
¿A quién le suele encajar aportar los 1.500 €?
Sin convertirlo en “receta universal”, suele tener más sentido contratar Indexa Capital cuando:
- El tipo marginal es medio/alto, porque el ahorro fiscal anual es mayor.
- El horizonte es largo (10–20+ años), para que la inversión y las comisiones jueguen a favor.
- Se valora una gestión automatizada y una cartera global diversificada, sin estar “tocando” continuamente la inversión.
- La persona asume la limitación de liquidez y planifica el rescate con cabeza (idealmente escalonado).
En cambio, puede ser menos atractivo si el tipo marginal es bajo, si hay dudas sobre necesitar ese dinero a corto/medio plazo, o si se prevé un rescate concentrado que dispare la tributación futura.
Preguntas frecuentes
¿Aportar 1.500 € significa que Hacienda me devuelve 1.500 €?
No. Aportar reduce la base imponible, y el ahorro depende de tu tipo marginal. Con un marginal del 30 %, aportar 1.500 € puede reducir el impuesto en torno a 450 €.
¿Puedo aportar más de 1.500 € y desgravar más?
En planes individuales, el límite general para reducción es 1.500 € (y el 30 % de rendimientos netos). Hay incrementos en planes de empleo y otros supuestos, pero no aplican igual a todos los contribuyentes.
¿Qué ventajas tiene un plan indexado frente a uno tradicional?
Normalmente, diversificación global y costes más bajos, dos factores que suelen mejorar la relación rentabilidad/riesgo en el largo plazo. En Indexa, además, se plantea una cartera acciones/bonos ajustada al perfil, con rebalanceo automático.
¿Cómo tributa el rescate del plan de pensiones?
Lo rescatado tributa como renta del trabajo. Si se rescata todo de golpe, puede elevar el tipo marginal; por eso a menudo se plantea el rescate de forma progresiva.









