Sabido es que en tiempos de crisis los fraudes registran un aumento. Durante el año 2008 se registraron 80.000 fraudes a compañías de seguro.
Sobre la modalidad, hay de todo. Desde simular el hurto de un teléfono móvil hasta fingir la muerte de una persona.
Las compañías ya están hartas de ser blanco de estos delitos. Es por eso que han aumentado sus presupuestos con el fin de mejorar las investigaciones antifraudes.
La gente no se da cuenta que con pequeñas mentiras se están arriesgando a ir a la cárcel por un puñado de euros.
Los accidentes de coches, clásico de los fraudes desde que los seguros existen, o los hurtos de recaudaciones de vehículos como taxis y buses son otros de los más comunes.
En este caso consultado un investigador nos explicó que el secreto para descubrir el engaño está en repetir y repetir las preguntas hasta lograr una contradicción.
A modo de ejemplo se le pregunta a la persona como estaba vestido su asaltante: buzo rojo, pantalones azules, etc. Al tiempo se le dice … «¿Así, que traía buzo azul?» y si el denunciante contesta que si, bueno estamos en presencia de un fraude y será cuestión de tiempo el demostrarlo.