Hoy día,como ya ocurría antes pero quizás ahora con mayor necesidad, son muchas las comunidades autónomas que ofrecen créditos, ayudas y planes para pymes y autónomos con el fin de ayudarles a mantenerse a flote o a actualizarse en su trabajo.
Ese tipo de ayudas suelen tener una serie de requisitos para poder ser aceptadas y recibirlas, requisitos que en muchos casos no llegan a cumplirse debido a las altas «expectativas» que se suponen que han de tener.
Las ayudas por supuesto están brindadas, esto es, que se presta el dinero (porque casi nunca se dan a fondo perdido) pero con unas garantías de que ese dinero se va a recuperar o va a haber algún tipo de compensación en caso contrario.
Esto hace que la mayoría de las pymes, las que verdaderamente necesitan ese tipo de ayudas, se vean sin la posibilidad de obtener esas ayudas debido a los requisitos. Y es por eso que muchas ni siquiera pierden en tiempo en ver las ayudas que les ofrecen porque saben que, o bien no cumplen los requisitos, o las condiciones que se imponen son demasiado asfixiantes como para poder hacer frente a ellas.
