China echa el freno

pekin2.jpgEl crecimiento de China se ha situado en el 8% tras varios períodos de alcanzar las dos cifras tras los anuncios y esfuerzos del gobierno chino por enfriar la economía. Sucede que no necesariamente existe una correlación positiva entre crecer lo más rápido posible y la bondad o beneficios de ello. El caso chino es un buen ejemplo.

El crecimiento desmesurado ha provocado un doble impacto negativo: alta inflación por encima del 7% y revaluación del yuan frente al dólar con la caída de las exportaciones. El ciclo de la economía pasa sin duda por una etapa de rápido ascenso a lo que debe seguir un período de robustecimiento de las bases y fundamentos en busca de un desarrollo sostenido y sostenible.

Seguramente al gigante le ha llegado el momento de crecer menos pero mejor. Los efectos de ello serán positivos hacia adentro y hacia afuera. Y es que todo tiene su lado bueno.

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