El descanso es inherente al propio trabajo y es que, en caso de no parar nunca entonces, corres el peligro de caer en el cansancio crónico por no desconectar a tiempo de los asuntos de la oficina. En algunos casos, al cansancio del trabajo hay que sumar otros como el cuidado de la casa o de los hijos. Pues bien, aquí tienes las claves para poder cuidar de ti:
1) Aprende a delegar. Nadie es indispensable, por ello, merece la pena que aprendas a confiar en los demás y verás cómo realizan su labor de una forma responsable. Por tanto, a veces, cuando veas que no llegas a todo debes “pedir ayuda”.
2) Ten unos horarios de sueño que sean regulares. Levántate y acuéstate siempre a la misma hora para poder acostumbrarte al mismo horario. Por otra parte, evita la tentación de leer en la cama o de escuchar música. Se trata de que tu mente asocie de forma inmediata la cama con el sueño y el relax.
3) Aliméntate bien ya que es necesario tomar energía para hacer frente al desgaste de la rutina laboral.
4) Ten espacios para ti mismo, es decir, donde puedas estar en soledad, pensar en ti y hacer lo que te gusta.
5) Disfruta de los planes de ocio y relaciónate con los demás.
El organismo es muy sabio y suele mandar señales de cansancio evidentes como el estrés, la ansiedad, el mal humor o la irritabilidad del carácter. Otra señal es la de no tener tiempo para los amigos o para la familia.
Imagen: Silvia Raposo