No vamos a ocultar que nos gustan los optimistas, en especial si bajan de sus torres de marfil para difundir las buenas nuevas, incluso a contracorriente de una realidad que muerde por todas partes. Y si el agorero proviene de las más altas esferas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ¿qué vamos a decir?
Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV, durante una jornada sobre la expansión de las empresas españolas al exterior, consideró el viernes pasado que lo peor de la crisis quedó atrás y descarta una recesión.
Aunque los efectos los efectos macroeconómicos negativos aún estarían con nosotros por un tiempo, para Arenillas las propuestas concretas adoptadas por el sistema financiero mundial ya rinden frutos, y potenciarán no sólo la salida de la crisis, sino eliminarán del futuro la posibilidad de que ocurran otros descalabros gracias a una nueva estabilidad financiera.
Criticó la velocidad con la que el sistema financiero sube y baja del «optimismo al pesimismo», algo que sólo es el reflejo de un desconocimiento real del riesgo.
Nosotros, a quienes ya nos cuesta18 euros más que el año pasado llenar el tanque y leemos que la banca española requiere de más de 62 mil millones de euros para enfrentar sus obligaciones y que no los tiene, honestamente, estamos con Arenillas.
Fuente | CincoDias