Parece que evidentemente, los planes de reformas en Cuba para traer más inversiones extranjeras a la isla se han retrasado un poco, situación que puede inferirse del hecho de que el Gobierno local se encuentra en estos momentos mucho más avocado a atender directamente la regulación de emprendimientos conjuntos, que en la posibilidad de conseguir nuevos proyectos de negocios que provengan de otras partes del mundo.
Incluso, para peor, se ha informado en las últimas horas que Cuba ha cerrado más empresas mixtas de las que ha abierto desde que el Gobierno adoptara más de 300 reformas económicas hace un año. Incluso, si realizamos una comparación de forma directa con la situación que existía en la década del ´90, cuando la isla era pionera en este rubro, las diferencias son aún mayores.
Tampoco se puede dejar de mencionar que, si no aparecen estas inversiones extranjeras, incluso algunas firmas de renombre podrían verse afectadas, como por ejemplo Unilever PLC, el gigante anglo-holandés de productos para los consumidores, además de algunas otras que llevan casi dos décadas operando en este país, pero que han visto reducidos sus ingresos de forma notable en los últimos tiempos.
Vale mencionarse también que este plan de reformas, anunciado en el 2011 por Cuba, tenía como uno de sus pilares fundamentales la intención del Gobierno de permitir el ingreso de estas inversiones extranjeras, a las que consideraban necesarias más allá del engorroso proceso de aprobación que requieren por las leyes locales.
Ahora, los especialistas en la materia ya han advertido que Cuba requiere de grandes flujos de inversión extranjera, por lo que tendrás que proponer algún tipo de facilidad para compañías principalmente de Europa, las cuales si bien están interesadas en mercados emergentes, han apostado decididamente por algunos de ellos, como Brasil, la India o China, que parecen llevarse la mayor parte de estas inversiones a nivel mundial.