Como muy bien sabreis el llamado diálogo social ha acabado sin acuerdo tripartito entre gobierno, sindicatos y empresarios. Lo cual no quiere decir que sea malo, de hecho creo que nos hacen un favor si al menos el ejecutivo se olvida de esa tontería de reducir 1,5 puntos de cotización: no sólo no servía para nada sino que además reducía ingresos a la Seguridad Social para nada.
Ahora bien, ¿quién ha sido el responsable de la falta de acuerdo?. Quizá pueda parecer poco importante dado que lo relevante es que no haya habido foto finish con todos dándose la mano. Pero no es irrelevante puesto que la ruptura se debe a las posturas de cada cual en la mesa de diálogo (y no estamos hablando del kamasutra). Y como hay que comprometerse opino que ha venido más del lado de los empresarios, más concretamente de la CEOE, que del resto de participantes. ¿Por qué?, pues porque sus opciones de máximos han hecho imposible negociar nada. Un mínimo análisis de lo que se comenta en la prensa lo pone bien claro.
El lobby empresarial habla de reformas estructurales y flexibilidad laboral cuando quieren decir contratos basura y despido libre (que ya lo es), gratis (que vamos camino) y sin derechos (que es el sueño neoliberal). Pensareis que estoy obsesionado con los liberales pero es que están más a la vista que nunca y eso que deberían taparse un poquito pero es que además si los empresarios se acunan en las manos de los ultraliberales podemos hacernos una idea de por dónde han ido sus propuestas. Seguid la pista.
Que el lenguaje, su manipulación, no nos engañe aunque se esté conviertiendo en viejo tapar bajo eufemismos la cruda realidad. Que cada cual elija sus alternativas y que el gobierno se decida si es o no es. Progresista, claro.
Foto cirofono