Tienes una idea, sabes que puedes llevarla a cabo y estás dispuesto a invertir tu tiempo y tu dinero en algo en lo que confías al 100% que sabes que podría funcionar. Eso está bien, es el primer paso para avanzar y crear una empresa ya que si tú mismo no eres capaz de conseguir confiar, nadie lo va a hacer.
Sin embargo, no todo es tan fácil y lo cierto es que hay muchos baches por los que se tienen que pasar que hacen que uno acabe echando el cierre a la empresa en el primer año de vida de la misma.
Las dificultades son importantes, por supuesto, pero también se les puede hacer frente con ideas, soluciones, remedios. Un problema no es algo que no tiene solución, sino algo a lo que hay que buscar solución.
Entre las dificultades que vas a encontrar están:
- Fidelizar el cliente. Un cliente no nace de la noche a la mañana. Necesitas relacionarte con ellos, ofrecerles algo a cambio de su fidelización, de que acudan todos los días a tu tienda y no a la de otros.
- Hacer clientes. Relacionado con lo anterior, se necesitan clientes para que la empresa marche bien; de lo contrario nos faltará algo.
- Capital. Las empresas requieren de un capital importante, no sólo para hacer frente a los gastos, sino para subsistir unos meses sin beneficios.
- Competencia. Seguramente tú no serás la primera empresa que se crea, ¿verdad? Habrá más empresas que llevarán más tiempo que tú y que ya tienen un camino andado.