En el mercado laboral hay muchas franquicias que pueden llamarte la atención, más cuando falta tanto trabajo y lo ves como una posible solución para poder estar activo y conseguir que tu empresa, o en este caso local, sea rentable aportando algo, aunque sea con la figura de la franquicia.
En este caso, a la hora de elegir una franquicia, debes saber que existen varios grados de capital a poner inicialmente dependiendo de que sea una franquicia grande o una más pequeña. Eso normalmente se ofrece a título informativo cuando te informas sobre las franquicias (unas poniéndolo en sus páginas web, otras a la hora de enviarte un informe con más información).
Normalmente los contratos para formar parte de la franquicia suelen firmarse por cinco años (eso no quiere decir que no haya franquicias que firmen solo por uno o dos años). Lo que sí está claro es que las franquicias baratas no son.
Es cierto que no todas las franquicias imponen un desembolso elevado, pero quizás las que más opciones te dan, aquellas grandes con las que sabes podrías triunfar, esas pueden llegar a unos 100.000 euros.
Por supuesto, hay otras más pequeñas. Entre las que he tenido conocimiento, hay franquicias que solo piden un desembolso de 6.000 euros de forma que con ello se paga la formación, mercancía y demás gestión de tu negocio para convertirlo en una franquicia de ellos.
Es pos este desembolso que muchos no aceptan las franquicias porque, en algunos casos, ese dinero puede ser invertido para crear tu propia empresa siendo tú el jefe y no teniendo que darle ninguna explicación a otro (porque en las franquicias, aunque no es como si tuvieras a un jefe a tu lado, si has de de presentar informes y mantener al tanto a la empresa de tu progreso).