El terremoto asiático amenaza de nuevo

5105251_dragon300.jpgQuien crea que aquella vieja leyenda urbana sobre los efectos colaterales de un millón de chinos saltando al mismo es sólo eso, una leyenda urbana, mejor que lea los diarios del día de hoy: las principales bolsas orientales han caído como una secuela a los malos resultados de Wall Street del viernes.

La bolsa de  de Shanghai perdió 5,62%, Shenzhen, un 5,62, y Tokio, 3,05. La falta de propuestas concretas para frenar la crisis financiera del G7 y los malos resultados sobre General Electric (todo un termómetro de la economía estadounidense), arrastraron primero a la bolsa neoyorkina y después a las asiáticas. Ahora el temor son los efectos que la onda expansiva de regreso tendrá sobre la economía occidental.

La llamada “crisis asiática”  de los noventa, que arrastró a la economía mundial, fruto del encontronazo entre las economías china y estadounidense, aún se recuerda y estudia como uno de los periodos más negros de la naciente globalización.

En ese entonces, la crisis fue desatada, como ocurre ahora, por créditos baratos en los bancos asiáticos y una depreciación del yen tras un periodo de bonanza financiera.

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