¿Es buena la austeridad fiscal para España?

Fitch no cree en Espa%C3%B1aRecortes y recortes. Menos programas sociales y sanitarios, adelgazamiento de los derechos laborales y del número de servidores públicos en nombre de ese nuevo fantasma que recorre la eurozona: el déficit.

La austeridad fiscal es el nuevo caballo de batalla de los gobiernos de la eurozona, y el último pataleo que se ha permitido la administración saliente. Una respuesta tardía y afilada a las críticas de falta de riendas en el gasto. La medicina recetada por el FMI y el BCE.

¿Pero, es una medida efectiva? ¿Recortar el gasto social nos va a sacar del atolladero del paro y la incertidumbre económica?

Las dudas al respecto, sorprendentemente, no vienen del interior ni de algún gurú ganador del Premio Nobel en Economía, sino de Fitch, la calificadora crediticia norteamericana.

Para Fitch, en un primer momento, España va bien con su política de austeridad fiscal, y aumenta en una décima sus estimaciones para el crecimiento local hacia finales del 2011: de un 0,6 por ciento a un 0,7 por ciento.

Pero antes de que lo doctores con sierra, maestros de la amputación para curar al enfermo, saquen el tinto para brindar, Fitch asegura que a la larga esa austeridad fiscal va a ralentizar la recuperación, y baja a menos de la mitad sus estimaciones de crecimiento para el 2012: de un 1,6% a un 0,5%… En el 2013, pasamos de un  1,9% al 1,5%.

Fitch asegura, además, que las políticas de austeridad no sólo no van a hacer declinar el paro, sino que este va a crecer a más del 21% para finales de este 2011.

 

 

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