Después de todos los casos de vergonzosa corrupción que asolan nuestro país, os traemos una noticia al respecto, que os dejará bastante impactados, se trata de que la visión que tienen los españoles sobre este problema en España, que lo sitúan en valoración entre los peores mundo, concretamente en el octavo lugar.
La Comisión Europea calcula que el coste de la corrupción para los 28 asciende, cada año, a 120.000 millones de euros, algo menos que el presupuesto de la Unión, que para 2014 ascendía a 142.000 millones. Dentro de los estados miembros, España destaca por varios motivos.
Según el Informe de lucha contra la corrupción en la UE, el primer punto sería que el 95 por ciento de los españoles considera que la corrupción está generalizada en nuestro país. El segundo es la percepción generalizada que hay, de que los partidos políticos están totalmente afectados por la corrupción y son el sector más corrompido. Tanto es así, que somos el octavo país en el que los ciudadanos tienen una opinión más negativas de las formaciones en este ámbito.
De acuerdo con el último Barómetro Global de la Corrupción , que evalúa el nivel de corrupción en 107 países respecto a doce sectores institucionales, políticos y sociales, los partidos políticos son el sector peor valorado a nivel internacional, con una puntuación de 3,8 sobre 5.
En España la puntuación es peor aún que la media y la valoración asciende hasta el 4,4. Este dato terrible supone que sólo hay siete países que nos superan y que tienen una peor percepción de los partidos, y son los siguientes Nigeria, Nepal, México, Grecia, Italia, Jamaica y El Salvador.
Precisamente a este respecto, los datos del Eurobarómetro evidenciaban que, si en 2011, dos de cada tres europeos consideraban que la financiación de los partidos políticos no es suficientemente transparente ni se supervisa, era mucho más probable que tuviesen esta percepción los españoles 87% o los griegos con el 86%.
Una situación lamentable, que nos deja de nuevo casi a la cola de uno de los rankings más lamentables del mundo, emparejados con países donde no existen democracias, y donde sin duda se demuestra una vez más el hartazgo de los ciudadanos españoles sobre la clase política.