Existen diferentes hábitos de vida que pueden favorecer en mayor o menor medida el bienestar de un trabajador. ¿Qué rutinas son positivas en el día a día? En primer lugar, es positivo tener unos horarios en el día a día que sean constantes en relación con el tiempo de descanso, las horas de alimentación y planes sociales. Sin embargo, también es verdad que a veces, dependiendo del trabajo, por ejemplo, en caso de ser autónomo, es posible que esta regularidad horaria sea menor.
Por otra parte, es fundamental realizar ejercicio físico. Para ello, nada como ir andando a la oficina. Subir las escaleras en vez de utilizar el ascensor. Levantarte de la silla cada hora aunque sea durante cinco minutos (esto lo deben hacer especialmente, aquellos que pasan mucho tiempo sentados en la oficina).
Además, hay que cuidar mucho la alimentación. Algo que se hace todavía más difícil en el caso de aquellos que tienen que comer fuera de casa al no poder volver al hogar por el horario laboral. Después de la Navidad muchas personas tienen como principal objetivo recuperar la rutina alimenticia en positivo.
Realiza actividades que estimulen tu cerebro: leer el periódico, leer libros, ir al cine, hacer sopas de letras, no utilizar la calculadora para hacer las cuentas, memorizar datos, aprender un idioma… En la medida en que mejor te sientas físicamente y anímicamente, más motivado estarás también a la hora de realizar tu rutina diaria en la oficina.
Otro hábito positivo es el de fomentar la comunicación, potenciar la empatía con los compañeros de trabajo, crear un buen clima laboral… Ya que en la medida en que das a los demás lo mejor de ti mismo también recibes.
Imagen: El eco de pinoso