El ser humano es extraordinario para lo bueno y para lo malo, hablemos de lo primero mejor. La evolución en muchas actividades ha sido increíble en los últimos tiempos. Si la tecnología parece acelerar su progreso de manera exponencial no menos relevante ha sido el salto cualitativo de las habilidades humanas y, en este contexto, también de los deportes ya que son el verdadero nuevo credo mundial. Hay personas capaces de hacer cosas fuera de lo normal y creíble con una pelota, una bicicleta, un balón o un yo-yó. Aprovechémoslo.
No es algo tan novedoso ya que no sólo el existe el Circo del Sol sino también el Circo del Terror. ¿Por qué no un circo centrado en esas habilidades deportivas increíbles?. Y digo circo entendido como un espacio escénico que reúne diferentes espectáculos con un hilo conductor.
Los canadienses del Cirque du Soleil revitalizaron un negocio antigüo y anquilosado dándole una perspectiva espectacular y meritoria. Podría intentarse algo similar usando el deporte como excusa. Ahí queda la idea, quien quiera que la use.
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