Uno de los términos más demandados hoy en día por las empresas a sus trabajadores es la inteligencia emocional que muchas veces se confunde con la empatía, que, como sabrás, es la capacidad de ponerte en el lugar de otra persona.
Ya te hemos comentado algo sobre la inteligencia emocional en las empresas pero queremos avanzar un poco más en este tema para que llegues a entender que, con la inteligencia emocional, se busca una persona que trate de mantener unas relaciones basadas en los sentimientos, motivación, etc. Es decir, una persona que sepa, a través de los sentimientos, dirigir a otra persona.
Una de las definiciones más aceptadas de inteligencia emocional es la de Goleman que nos dice lo siguiente: “El término inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término que engloba habilidades muy distintas-aunque complementarias-a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual…”.
En concreto, en una empresa, las capacidades emocionales que vas a encontrarte son: Iniciativa, afán de éxito, adaptabilidad, influencia, liderazgo de equipos, empatía, responsabilidad, etc.
