Ahora que todos los dedos bancarios acusan al malo malo Madoff de ser, bueno, malo malo, y se le enjuicia con poco menos escándalo que a un jerarca nazi, y sus víctimas dan declaraciones por aquí y por allá equiparando a Madoff con un agujero de ozono, como si hubieran sido pobre ovejitas y no especuladores en el juego del libre mercado. Ahora que el otrora genio de las finanzas se enfrenta a una posible sentencia de 150 años de prisión, nos enteramos que, sí, era malo malo, pero no tanto como el sistema financiero que lo incubó. Al menos en lo que se refiere a las pérdidas, que es lo que importa.
Según en artículo de Edward Jay Epstein en Vanity Fair, haber invertido con Mardoff, fraude mediante, pudo hacer salvado las fortunas de muchas de sus víctimas, a diferencia de los que invirtieron en valores totalmente legales.
Y es que si usted hubiese invertido unos 500.000 dólares en General Electric, AIG o en el Bank of American (tres de los gigantes preferidos en las recomendaciones de los gurús financieros hasta el año pasado), ahora mismo sus pérdidas sumarían el 97%. El gobierno norteamericano le permitiría deducir está cantidad en pequeñas dosis (3 mil dólares por año), recuperando su capital en impuestos… a lo largo de 133 años.
En cambio, de haber participado en la pirámide de Mardoff con esos mismos 500.000 dólares, ahora mismo podría acogerse al Securities Investor Protection Corp., un fondo que garantiza el 100% de recuperación de capitales que protege en caso de fraudes. Y eso no es todo: cada dólar perdido por fraudes es deducible de impuestos.
¿A cuántos habrá salvado Madoff del mercado honesto?
Fuente | Vanity Fair