Para Paul Krugman (Premio Nobel de Economía 2008) los reflectores del la eurozona no deberían enfocar con tanta insistencia a Grecia como a España, pues el peso de Grecia en los menesteres económicos de la comunidad no es tan relevante, y si bien la cuna de la civilización occidental atraviesa por un duro trance social y deficitario, los alcances de su drama no se comparan con los que España sufre y sufrirá.
Sin embargo, y en notable contraste con sus opiniones del año pasado, Krugman quita responsabilidad a España de su propia situación, y si bien nos ubica en el epicentro de la crisis (debido a la caída del ladrillo, la alza del paro y el fuerte endeudamiento público), esta vez el guru altermundista asegura que la recesión española no es culpa de nadie.
O como recoge El País: Los problemas españoles «no son fruto de la irresponsabilidad fiscal, sino que reflejan los golpes asimétricos que ha causado la crisis- en la Eurozona, un problema bien conocido pero que se ha tornado aún peor de lo que los euroescépticos temían«, asegura.
Sí: el paro, la baja en el consumo y la inflación son secuelas del estallido de la burbuja estadounidense, y las ministros económicos españoles pues han hecho lo que han podido.
¿Hace falta un Nobel para soltar semejantes despropósitos?
Fuente: El País