El Gobierno español ha marcado un hito en la legislación laboral al anunciar la inminente aprobación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Este martes, el Consejo de Ministros dará luz verde a esta medida, fruto de un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, y el Ministerio de Economía, a cargo de Carlos Cuerpo, junto con los sindicatos CCOO y UGT. La nueva regulación entrará en vigor entre abril y mayo de 2025, aunque el proceso legislativo aún puede sufrir ajustes.
Un paso histórico
La reducción de la jornada laboral responde a una reivindicación histórica del movimiento obrero y busca mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral de los trabajadores. Según Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, esta medida es “un deber democrático compensar y evitar diferencias injustas” y representa “una deuda histórica con quienes han sido el motor de nuestra economía: las mujeres y hombres que han dedicado su esfuerzo y tiempo al desarrollo del país”.
Requisitos y adaptación
La implementación de la nueva jornada se llevará a cabo mediante la modificación del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores. A partir de su entrada en vigor, cualquier hora trabajada por encima de las 37,5 horas semanales será considerada como extraordinaria. Además, el Gobierno ha asegurado que esta reducción no implicará recortes salariales ni afectará a los complementos laborales ya acordados.
Los convenios colectivos tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptarse a la nueva normativa. Durante este período, las empresas deberán garantizar que sus trabajadores no superen el límite de horas establecido.
Registro de jornada y desconexión digital
Una de las novedades más destacadas es la obligación de las empresas de contar con un registro diario de jornada “objetivo, fiable y accesible”. Este sistema deberá estar disponible de forma remota para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, así como para los representantes de los trabajadores. El incumplimiento de esta obligación será considerado una infracción por cada empleado afectado.
Además, se refuerza el derecho a la desconexión digital fuera del horario laboral. Las empresas no podrán sancionar a los trabajadores por no atender comunicaciones fuera de su jornada, garantizando así su intimidad y derecho al descanso.
Reacciones y controversias
A pesar del consenso alcanzado entre Trabajo, Economía y los sindicatos, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha criticado duramente la medida, tildándola de “inconstitucional” y acusando al Gobierno de invadir competencias del diálogo social.
Carlos Cuerpo, sin embargo, se ha mostrado optimista respecto al acuerdo: “Somos conscientes de que el texto puede sufrir modificaciones durante su tramitación, pero creemos que podemos llegar a ese punto final donde se consigan estos derechos sin perder su grado de ambición”.
Un cambio para las familias
La reducción de la jornada laboral no solo busca mejorar las condiciones de los trabajadores, sino también facilitar la conciliación familiar. Yolanda Díaz ha subrayado que “el tiempo es el recurso más valioso que tenemos”, y que esta medida permitirá a los padres y madres “ver a sus hijos después de trabajar sin tener que hacer malabares”.
Con esta reforma, el Gobierno busca dar un paso firme hacia un modelo laboral más justo y equitativo, recuperando lo que Díaz ha definido como “el tiempo de vida” de los trabajadores.
— Redacción: Equipo de Economía y Sociedad