Al menos un 30% de las 200 empresas españolas consultadas por PricewaterhouseCoopers (PWC) cambiarán su política de ajuste salarial con miras a solventar el impacto de la crisis económica en su cadena de producción. El 8% de ellas directamente congelará los salarios, según apunta el informe citado por Expansión, y un 43% modificará su política de retribución variable. Es decir, se blindarán apuntando a objetivos empresariales en detrimento de la calidad de vida individual.
El efecto de estas medidas será que los trabajadores quedarán más expuestos a la inflación (que hoy ya rebasa el 4,5% según cálculos oficiales), algo que será más notable hacia el último tramo del 2009, y muchos menos recibirán bonos. El incremento general considerado para el año que viene no rebasaría el 4,6% en la mayor parte de los casos.
El sector más castigado: las financieras. Golpeadas duramente por la desconfianza en el sistema financiero, más del 50% de ellos planea hacer reducciones de personal y un 70% hará ajustes salariales por debajo de la inflación.
Un dato dramático para el futuro del empleo y del consumo, si es que anuncia (como parece) una tendencia real..
Fuente | Expansión
